jueves, 19 de marzo de 2015


 El segundo día, mientras matábamos el tiempo con una cerveza local, le preguntamos al camarero, qué podríamos visitar por la zona. Siempre he considerado que la mejor información que podemos obtener es la que te proporciona un lugareño,  para mi ese es el mejor libro de guías  y, además, actualizado.  

El camarero  nos hizo las presentaciones con el  barquero, que resultó ser  amigo de un amigo suyo, esto es una constante allá dónde vayas , de tal forma que negociamos el precio 1.000 meticáis por un día de barco. 

El precio parecía más que razonable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario